jueves, 30 de mayo de 2013

Mi experiencia con el ejercicio.

17 de Mayo del 2013
Para mí el gusto por el ejercicio se fue dando de manera gradual. Siempre se me ha dificultado fijar metas y cumplirlas en el tiempo estimado o cumplirlas del todo. Sin embargo, hoy estoy a tres semanas de terminar mi primer programa de entrenamiento, lo cual me hace muy feliz.
Nunca fui constante con el ejercicio, no era mi prioridad y más que eso, no tenía la cultura ni el conocimiento para hacer conciencia y comprometerme a vivir una vida más sana involucrando la actividad física a mi estilo de vida.
Cada que asistía al gimnasio, recuerdo que veía a las personas que tenían cuerpo “fitness” y sentía que nunca llegaría a verme así, terminaba rindiéndome mucho antes de iniciar siquiera con un plan de ataque. Qué me diferenciaba de esas personas, qué me alejaba de sus resultados, sólo tres cosas: constancia, una buena rutina enfocada a mis necesidades y objetivos, pero sobre todo, una buena alimentación.
Mi esposo pasó años alentándome para asistir junto con él al gimnasio, me regalaba ropa deportiva, y me elogiaba, diciéndome que tenía toda la estructura física para tener el cuerpo de mis sueños, aun así no me animaba.
Cuatro años después estoy sorprendida del cambio y de la influencia que ha tenido el ejercicio para mí; al ver a las mujeres que se dedican a entrenar y participar en concursos de fisicoculturismo en la categoría de bikini quedé admirada, me gustó mucho el físico que se construye con trabajo duro, la alimentación que tienen y toda la energía positiva que transmiten a sus admiradores y amigos. Dejé de escuchar mi vocecita y tomé un programa de ejercicio, su dieta y me propuse terminarlo.


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